Anna Espín x Stradivarius

Durante la cuarentena fue muy difícil hacer que los días no se llenaran de monotonía, teníamos que separar las actividades en diferentes espacios y de lo que más echábamos de menos era la libertad de movimiento, nuestros seres queridos y en general momentos tan sencillos como tomar algo en una terraza al sol después de un día de playa con nuestros amigos. Todos esos momentos que yo anhelaba estaban directamente relacionados con el sitio donde veraneo desde pequeña, la Costa Brava. No solo por la libertad que me transmite sino porque viviendo en la ciudad todo el año, volver al pueblo de verano siempre me ha hecho aterrizar, parar y ver cuáles son las cosas realmente importantes. Algo que creo que a muchos nos ha pasado con el covid, nos ha hecho parar en casa y darnos cuenta de lo afortunados que somos por los pequeños momentos, nos ha hecho darnos cuenta de la importancia de apoyar a los comercios locales, ha hecho que exprimamos nuestra creatividad al máximo y en definitiva ha hecho que todos adaptemos un estilo de vida un poco más parecido al que se tiene en los pueblos de verano.